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Instalar productos electrónicos de alta potencia en cajas selladas presenta desafíos únicos en términos de gestión térmica. Este artículo explica cómo los productos de conversión de energía premium, como el TDS-3300 y el TDX-3300, pueden instalarse en cajas selladas utilizando un enfoque optimizado para la disipación de calor. Se destaca la importancia de las cajas selladas, junto con el uso de disipadores de calor y almohadillas térmicas, así como los métodos precisos para calcular el tamaño del disipador y la resistencia térmica.
En aplicaciones industriales, las cajas selladas son esenciales para proteger los sistemas electrónicos de factores ambientales como la humedad, el polvo y los contaminantes. Sin embargo, estas cajas también presentan un desafío importante: la disipación de calor efectiva. Los productos de conversión de alta potencia como el TDS-3300, el TDX-3300, el ODS-3000 y el ODX-3000 generan cantidades sustanciales de calor, que, si no se gestionan adecuadamente, pueden comprometer el rendimiento y reducir la vida útil del producto.
Este artículo se centra en cómo gestionar eficientemente el calor en cajas selladas utilizando disipadores de calor y almohadillas térmicas. Una planificación térmica adecuada es clave para garantizar que el equipo opere dentro de un rango de temperatura seguro sin sacrificar la integridad de la caja sellada.
Importancia de las cajas selladas
Las cajas selladas no solo protegen los componentes electrónicos de agentes externos, sino que también permiten su uso en entornos hostiles como fábricas, exteriores o aplicaciones marinas. Sin embargo, esta aislamiento crea un desafío: la acumulación de calor en un espacio confinado. Sin un flujo de aire adecuado, productos como el TDS-3300 y el TDX-3300, originalmente diseñados para enfriarse mediante ventiladores internos, pueden sobrecalentarse.
La gestión térmica dentro de estas cajas es crítica para evitar fallos en el sistema. Una caja bien diseñada, junto con la instalación de disipadores de calor, asegura que el calor generado se evacue de manera eficiente sin comprometer el sellado de la caja.
Dimensiones y diseño de la caja
Es crucial que la caja sellada sea lo suficientemente grande como para permitir una circulación adecuada de aire alrededor del dispositivo. Se ha determinado que un espacio mínimo de 50 mm en cada lado del producto permite que el aire caliente se disperse uniformemente, minimizando la acumulación de calor en áreas críticas.
El diseño de las cajas selladas debe considerar no solo la protección contra agentes externos, sino también cómo gestionar el calor generado internamente. Aquí es donde los disipadores de calor juegan un papel clave, canalizando el calor fuera de la caja mientras mantienen su integridad hermética.
Acoplamiento térmico con el disipador de calor
Uno de los factores más críticos en la gestión térmica es el acoplamiento adecuado entre el disipador de calor y el producto. Para asegurar una transferencia de calor eficiente, se recomienda utilizar almohadillas térmicas de 1 mm de grosor colocadas estratégicamente en las superficies más calientes del dispositivo. Estas almohadillas permiten que el disipador de calor conduzca el calor fuera de la caja sin necesidad de un flujo de aire activo en su interior, manteniendo el sellado de la caja.
Posicionamiento de las almohadillas térmicas
Para productos como el TDS-3300 o el TDX-3300, las almohadillas térmicas, como la Bergquist GPVOUS-0.04-01 o sus equivalentes, de aproximadamente 100 x 100 x 1 mm, deben colocarse donde los disipadores internos de calor estén más cerca de la carcasa exterior. Este acoplamiento asegura una conducción eficiente del calor desde el interior hacia el exterior del sistema, donde el disipador puede disiparlo.